Desde mi ventana el paisaje de Oujda es seco y agreste. Monótono como si tuviera miedo a descompasar el traqueteo del tren. Los pocos árboles que aparecen en las afueras son eucaliptos. No importa.
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Cuando pisas el suelo en las estribaciones del Rift la vida no tiene más remedio que ser dura, deshidratada, lenta como si el reloj biológico estuviera a punto de agotar sus pilas. Cuando andas sobre esta tierra pierdes poco a poco el líquido vital, se evapora tu energía y empiezas a morir sin darte cuenta. Tu minúscula existencia importa poco en esta inmensidad rígida y polvorienta en la que, hagas lo que hagas, todo seguirá igual a la mañana siguiente.
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http://www.youtube.com/watch?v=mN5GlQu6ZNE&feature=related
qué relato más triste... mola que mueva algo por dentro, aunq sea el botón del ploff!!!
ResponderEliminarpara la próxima tráenos algo más alegre!!
me ha gustado el texto, en mi próxima publicación del tuenti me lo pondré :)
ResponderEliminara veces la realidad es triste, a pesar de todo hay que saber describirla y bueno mucho mejor comprender y aprender a vivrila aunque sea por pensamientos, o por unos segundos de vivencia..
Mery.
donde estas????????
ResponderEliminarque linda la descripcion...me gusto mucho mucho...
bueh..me encanta como escribes...
apenas estes en interne...dame una señal de vida...te extraño un poquin amigo:P