Fotohistorias

jueves, 23 de julio de 2009

María


Añadir imagen

Prometo a Patricia que no volveré a acostarme en solidaridad con ella, pero cuando vuelvo a casa, caigo rendido hasta las diez y media, llevo varias noches sin dormir bien y estoy agotado. Ayer pasamos por la zona enfrente del ferial y quiero ir a tomar a tomar café allí, parece interesante. Tengo que bajar hacia la derecha del camino principal y encaminarme hacia la bahía. Poco a poco van desapareciendo las tiendas y el bullicio del centro y el ambiente se torna sórdido, parece que incluso hace más calor. Busco un bar pequeño y viejo. Cuando lo encuentro pido un café con leche y con hielo, como siempre. Repaso las 6 fotos que acabo de realizar y me dispongo a leer mi guía de viaje, . Pasan unos minutos y el hombre que está a mi espalda y que sospecho lleva rato observándome inicia una conversación (“¿ cómo puedo congelá la imagen del toro?,¿qué son la iso?”). Estaba leyendo una biografía de no se que personaje, y poco a poco me va dando pinceladas de la suya, a la vez que sigue interrogándome sobre cuestiones técnicas(“cómo yo soy novillero puedo adelanta´me al movimiento, pero me han dicho que debo utilizá siempre el modo ráfaga”). Salgo fuera y le muestro como puede hacer un barrido a un coche y dotar la escena de movimiento.Aun así prohibiría su fiesta nacional .(“¿cómo puedo hacé pa que el flá me funcione a alta velocidá?”). Cuando entramos, ella entra con nosotros(“un sumo de naranja”).Parece interesada en nuestra conversación desde el principio. Sólo sus ojos rebosan salud, son de color caramelo y mirada cristalina(“¿eré de aquí?), el resto de su cuerpo parece un reflejo de su vida(“yo no, yo soy del Puerto, pero mi padre mató un hombre y me dieron aquí en adopción). Atreviéndome a especular, pienso que tampoco le fue demasiado bien después. Su voz está cascada, pero habla con seguridad ("illo yo a mi hija no le deja alejase mucho en el parque,no sea que le afisie una culebra como a la chiquilla de la tele"). El novillero me estrecha la mano y me da las gracias tres veces antes de marcharse finalmente. Ella sigue interesada en mi("¿ere´fotografo?"). Conversamos durante unos minutos, cuando me dispongo a salir, deja su zumo y me acompaña a la puerta para indicarme donde está la estatua de Camarón del barrio. Pero yo quiero fotografiarla a ella(“salgo mu fea siempre”). Mientras miro por el visor me apunta con su seno menudo.Sale guapa, quiero mandarle el retrato(“que va tío, no tengo correo electrónico”). Me despido y vuelvo a casa, ha pasado una hora y no me he dado cuenta. Subiendo otra vez hacía el centro comienzo a ver el retrato, amplio a la altura del pecho y el crucifijo de madera, entonces caigo en la cuenta de que ni siquiera le he preguntado cómo se llama.Se me ocurre que María puede ser un buen nombre. Cuando llego al paseo principal, me sumerjo de nuevo en el bullicio y mi mente navega ya por otros mares. Acelero el paso, acabo de recordar que también prometí a Patricia que haría los bocadillos para la tarde y no quiero fallarle otra vez.

3 comentarios:

  1. wjajajajajwajajaja....emmmmmm....no creo que sea necesario salir corriendo, creo que debes tener paciencia...yo asi ando...pero claro, eres algo nerd!
    wajajajajjajaja

    ResponderEliminar
  2. y bueno..quizas si...eres algo lento:S
    y podrias apurar la causa!...mira que pa tu eda!
    wjajjaajjajajaja...broma!

    ResponderEliminar
  3. Bueno,venga,vale!!

    Puede ser María, María es perfecto.

    Yo también me llamo María,aunque soy una nube....

    ResponderEliminar